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En el jardín de Emma había un gallinero. Con un techo rojo y una gran puerta por la que entraban y salían corriendo los dos pollitos que vivían allí con su mamá, la gallina Catalina.
Todas las mañanas, mamá gallina ponía un huevo y los pollitos Pepe y Pito lo sacaban a la puerta del gallinero haciéndolo rodar, para que Emma lo viera cuando venía a traerles la comida.
Un día, mientras jugaban, oyeron a mamá Catalina cacareando muy enfadada. Los dos pollitos, asustados, regresaron corriendo al gallinero. Y al llegar, encontraron a mamá gallina muy triste… ¡El huevo estaba roto!… ¿Quién habría sido?
Y, el día siguiente, volvió a suceder: ¡Alguien había roto el huevo. Y se lo había comido! Catalina y los pollitos, tristes, pidieron ayuda a su amiga Emma… ¡Y Emma tuvo una gran idea!
INDICE
- En el jardín de Emma
- ¡Hala!…¡Otra vez!
- ¿Quién será?
- Y se lo comió…
- Emma tuvo una gran idea
- ¡No lo haré más!…
A continuación están los dos primeros capítulos de los seis del cuento.
CAPITULO 1 • EN EL JARDÍN DE EMMA
En un rincón del jardín de Emma había una casita pequeña. Era un gallinero. Con un techo rojo y una gran puerta por la que entraban y salían corriendo los dos pollitos que vivían allí con su mamá, la gallina Catalina.
Pepe era un pollito muy amarillo. Y su hermano Pito, el más travieso, tenía las plumas de color blanco.
Todas las mañanas, mamá gallina ponía un huevo. Y Pepe y Pito lo sacaban a la puerta del gallinero, haciéndolo rodar, para que Emma lo viera cuando venía a traerles la cena, por la tarde. Luego, los dos pollitos se iban corriendo al otro lado del jardín, a jugar con su amiga Noli, la ardilla.
Un día, mientras jugaban al escondite con la ardilla, oyeron a mamá Catalina cacareando muy enfadada:
—¡Cooo, co, co… cóoo!… ¡Clooo, clo, clo… clóoo!
Los dos pollitos, asustados, volvieron corriendo al gallinero a ver qué pasaba.
Al llegar, vieron a mamá gallina mirando el huevo con cara muy triste… ¡El huevo estaba roto!
—¿Habéis roto el huevo jugando? —preguntó Catalina.
—¡Nooo, mamá, no!… ¡Nosotros no lo hemos roto! —respondieron Pepe y Pito.
—¿Quién ha sido, entonces? —dijo Catalina.
Y en ese momento llegó Emma que, como todos los días, venía a traerles un plato de trigo y maíz para cenar.
—¡Vamos, vamos! ¡Es hora de cenar! —dijo Emma, mirando a los tres con cariño—. ¡A comer! Que pronto será de noche y hay que dormir.
Y mientras los pollitos y su mamá comían, Emma les dió un beso de buenas noches y regresó a casa.
CAPITULO 2 • ¡HALA!…¡OTRA VEZ!
La mañana siguiente, la gallina Catalina puso otro huevo blanco. Y, como todos los días, Pepe y Pito lo llevaron rodando fuera del gallinero, antes de ir a jugar con su amiga Noli.
¡Y ese día volvió a pasar!… Mientras jugaban, oyeron a mamá gallina gritar, cacareando muy enfadada:
—¡El huevo está roto, igual que ayer!… ¿Quién ha sido?
Y Pepe y Pito corrieron otra vez de vuelta al gallinero.
—¡No lo sabemos mamá! Nosotros estábamos jugando con la ardilla… —dijeron los pollitos.